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COLUMNAS DE OPINIÓN


FECHA: 01-11-2010
El estilo Bielsa como modelo de desarrollo en la sociedad chilena

Escrito por Nicole Nuñez Ortíz
Análisis del fenómeno social chileno provocado por el estilo de trabajo de Marcelo Bielsa en la Selección de Fútbol de Chile


EL ESTILO BIELSA COMO MODELO DE DESARROLLO EN LA SOCIEDAD CHILENA

En los últimos tres años la selección chilena de futbol (y en parte los equipos locales) ha sufrido uno de los cambios más drásticos en cuanto a su estructura y mentalidad de juego. Pasamos de jugar con la “táctica del murciélago” a plantarnos de igual a igual sea el rival que sea. Dejamos de sentirnos derrotados antes de entrar a la cancha. Se obtuvieron resultados positivos, en canchas que por años resultaron inexpugnables para las selecciones nacionales.

Este cambio se produce con la llegada del director técnico argentino Marcelo Bielsa, quien venía de una paso trastabillante por la selección argentina, en la cual tuvo un gran fracaso en el mundial de futbol de Corea-Japón y triunfos como la medalla olímpica obtenida en las olimpiadas de Atenas 2004, y que trajo al país un nuevo esquema de juego. Este es, básicamente, que la mejor forma de defenderse es atacando. Para lograr esto, Bielsa planea una serie de jugadas tácticas predefinidas que deben ser aprendidas por sus jugadores y ser efectuadas de manera casi mecánica en la cancha. De esta forma, pretende lograr un andamiaje eficiente de sus equipos. Además, motiva a sus jugadores señalándoles que jugando de ese modo lograrán los resultados, sea quien sea que esté al frente, con una nueva mentalidad de juego. Y no son pocos los que han dicho, deseado o propuesto que este nuevo modelo sería ideal plasmarlo en la sociedad chilena.

¿Es esta nueva mentalidad y metodología de juego extrapolable a nuestra sociedad, en busca de mejores perspectivas de desarrollo?

Efectuando una analogía con la sociedad chilena, el Estado (Marcelo Bielsa) busca el bien común para todos sus ciudadanos (jugadores). Para esto se tiene una institucionalidad (esquema de juego), el cual está compuesto por una serie de reglas (jugadas tácticas predefinidas) que regulan la convivencia de sus habitantes orientándolos hacia fines deseados y compartidos por la sociedad en general, las cuales tienen su origen en la historia, creencias y cultura de esta (mentalidad de juego).

El modelo de juego se basa en dos premisas básicas. Primero, el director técnico es quien decide el modelo de juego y, segundo, las jugadas ensayadas en los entrenamientos deben ser efectuadas sin errores. Esto a traído buenos dividendos al futbol chileno, y en cierto modo sería deseable llevarlo a la práctica en nuestra sociedad e inclusive en algunas instituciones.

Pero este modelo impone restricciones y limitaciones. En primer término, el proceso es llevado a cabo por una sola persona, lo que implica que se caiga en un tipo de liderazgo disfuncional. En este sentido “un liderazgo disfuncional desinstitucionaliza, ya que la acumulación de poderes en una sola persona debilita las instituciones"[1]. Implica una gran cuota de autoritarismo, al quedar la toma de decisiones en una sola persona. La errónea lectura del partido, y por ende la derrota, conlleva grandes pérdidas para el colectivo. De manera análoga, los cambios que se deseen llevar a cabo al sistema institucional son de largo aliento, y como señala North (1993) “Las modificaciones surgen porque los individuos perciben que les podría ir mejor si reestructuran los intercambios (políticos o económicos). Pero la fuente de cambio más fundamental en el largo plazo es el aprendizaje de los individuos y los empresarios de organizaciones”.[2] De esta forma, el cambio se producirá de manera paulatina y de acuerdo a la acumulación de experiencia de los individuos, quienes irán moldeando y reestructurando instituciones conforme a los valores de la herencia cultural común, buscando enfocarlas y orientarlas a ser instituciones más eficientes que permitan replantear una estructura de incentivos que permitan a los individuos desenvolverse en el sistema.

En segundo lugar, y a mi modo de ver la más importante, es que limita seriamente una de las claves para lograr el desarrollo sostenido de las sociedades, esto es, no deja lugar a la creatividad ni al emprendimiento. Una sociedad que imponga reglas demasiado estrictas que imposibiliten a la persona, de tal manera, que solo pueda efectuar lo que impone un superior, coarta una de las características más importantes de la persona humana: “Las personas son libres y conscientes de su libertad, tienen la facultad de decidir y elegir”.[3] El estilo de Bielsa en el fútbol es efectuar solo lo que el dictamina y prepara. Esto en una sociedad es mermar la capacidad de la personas de poder innovar, ser creativos y por sobre todo libres. De esta forma, y en concordancia con el punto anterior, es que se debe tener cuidado con aquellas medidas que son impuestas solo por uno y de manera discrecional. En el caso de Bielsa, es su facultad y está mandatado para eso, pero tratar de extrapolar esto a la sociedad chilena, me genera un poco de resquemor, sobre todo pensando que hasta antes de las elecciones de Diciembre pasado, no fueron pocos los que querían llevar a Bielsa y su estilo al Palacio de la Moneda. Algunos podrán decir que fue una humorada, pero el recuerdo de la cuasi candidatura de Farkas, estuvo a la vuelta de la esquina.

La capacidad de innovación y emprendimiento es uno de los pilares del desarrollo económico, político y social. Como señala Larroulet (2003), cuando las instituciones promueven e incentivan la innovación y el emprendimiento, se produce un círculo virtuoso que permite crecer.

Las instituciones son parte fundamental en el desarrollo de las naciones, y contrariamente a como se estudió el desempeño económico de los países, las instituciones si importan;Las instituciones forman la estructura de incentivos de una sociedad y, por tanto, las instituciones políticas y económicas son las determinantes fundamentales del desempeño económico”[4]. De esta forma, avanzar en la búsqueda de mejores perspectivas de desarrollo, va mas allá de la figura o liderazgo personal. Supone un esfuerzo conjunto, en la cual modificaciones o adecuaciones del sistema deben ser asumidas por todo el colectivo. De acuerdo a lo planteado por el Banco Interamericano de Desarrollo (2005), nuestro país posee varias instancias de veto a cambios en las políticas, pero cuando estas ocurren se dan dentro del ámbito de la negociación, lo que hace que estas sean sumamente estables y cuenten con gran credibilidad.[5]

Por lo expuesto es que creo que para avanzar hacia ser un país desarrollado, se debe dejar mayor libertad al actuar de los individuos. Se debe crear una red de incentivos a la innovación y al emprendimiento. Los individuos siempre tienen en su corpus, la intención de surgir; por esto, es que se les debe facilitar la tarea eliminando trabas burocráticas al emprendimiento. Las personas tienen ese instinto creativo, y más que normarlas en todo sentido debemos liberarlas de esas amarras. Mejorar el desarrollo de nuestro capital humano sin duda nos llevará en la senda del tan esperado desarrollo. A propósito de retomar los niveles de desarrollo de los noventa, en palabras de Larroulet, “Para retornar a esos niveles debemos, por un lado, mantener esas políticas e instituciones y, por otro, construir los acuerdo políticos para realizar las nuevas reformas que impulsen el espíritu emprendedor”[6]

 Nicole Nuñez Ortíz 

Socia Fundadora de  www.paisproactivo.cl

 

La autora de esta columna de opinión es Administradora Pública y Licenciado en Ciencias de la Administración Pública de la Universidad Central de Chile. En el ámbito profesional realiza labores en gestión de calidad y recursos humanos en el Servicio Agrícola y Ganadero del Ministerio de Agricultura.

 

Nota: Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quién las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.paisproactivo.cl

 


[1] La política de las políticas públicas por Ernesto Stein. “et al”. 2006. Banco Interamericano de Desarrollo. Pág. 14.

[2] North, D. Desempeño Económico en el transcurso de los años. Nobel Prize Lecture. 1993

 

[3] En http://www.bcn.cl/ecivica/democracia

[4] North, D. Op. Cit.

[5] IDEAS PARA EL DESARROLLO EN LAS AMERICAS del Banco Interamericano de Desarrollo (en línea), Washington, Estados Unidos, 2005 (fecha de consulta: 2 de Agosto de 2010). Disponible en: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=35142572

[6] LARROULET, C., Políticas públicas para el desarrollo (en línea), ensayo, Estudios públicos 91 (invierno 2003), pág. 175

 



 
 
 
 

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