Gratuidad universal en la educación superior: ¿Es una demanda social justa y necesaria?
Durante muchos años (con mayor precisión desde el año 1994) he desarrollado una labor estudiantil, profesional y académica muy ligada a los temas de educación, con especial énfasis en el sector de la educación superior. Mi tesis de pregrado y magíster abordaron los temas de políticas públicas en la educación superior chilena (en mi Doctorado estoy optando por una propuesta más interpretativa de discursos de actores acerca de la política educacional y sus ideas acerca de Estado y Mercado en la educación durante la última década) en donde también estaba presente la discusión relativa a la justificación y viabilidad de la gratuidad universal de la educación superior en Chile.
Debo ser sincero y hasta el año pasado (2013), no había argumentos que me hicieran pensar que era justa y necesaria la gratuidad universal en la educación superior, que fuera correcto financiar incluso los aranceles de los estudiantes pertenecientes a las familias que forman parte del 1%, 0,1% y 0,01% más rico de este país; qué un futuro Médico o un Geólogo que tendrán ingresos de 3 millones de dólares durante su vida (o más) no deban pagar arancel por su privilegiada formación y buena vida futura, por citar las evidencias sobre las cuales me cuestionaba esta interrogante de la gratuidad en el sector terciario. Desde luego, la discusión enmarcada en mi premisa de que no existe la educación gratuita, ya que siempre alguien debe financiarla, el Estado, las empresas, las familias, ONGs, etc.
Luego de un prolongado proceso de reflexión, lectura y posicionamiento epistemológico, debo decir que ahora estoy de acuerdo con la gratuidad universal en la educación superior. ¿Cuál es la razón de este cambio de apreciación?, una cuestión de influencia formativa, de apertura conceptual o de concientización racional; la verdad aún no lo sé con claridad. De lo que si estoy más claro es el porqué de mi postura anterior: me había formado e influenciado por la lógica del mercado en la educación, de las teorías de capital humano y de las racionalidades propias de la eficiencia económica. Fui permeado por el argumento que ha imperado en la política educativa chilena e internacional de los últimos 35 años, de esas lógicas de la libertad, enunciadas por Hayek y Friedman, entre otros. Parte de esos planteamientos, nos tienen hoy como el sistema escolar más segregado del mundo. Definitivamente no quiero ser parte de esa lógica, quiero luchar y apoyar a romperla en forma definitiva y la reforma educacional que se quiere comenzar a implementar desde el año 2014, es una gran oportunidad para un cambio de rumbo en la educación chilena.
La Educación construida desde una ideario público, constituye un derecho social que forma parte de la base para lograr recomponer una sociedad chilena más cohesionada y democrática en todos sus sentidos. Desde esta aseveración, le corresponde al Estado velar y financiar la educación en todos sus niveles, para así evitar por ejemplo procesos de exclusión basados en el origen socioeconómico de las personas.
Este camino no será fácil, deberemos dialogar y lograr un convencimiento en lo más profundo de nuestro pensamiento social, de que necesitamos una educación pública, de calidad y gratuita. Creo ahora en la gratuidad universal en la educación superior (con todas las regulaciones y precisiones necesarias para no repetir malas experiencias internacionales en la materia), es justa y necesaria para que actúe como un pilar que salvaguarde los principios de equidad e igualdad de oportunidades en nuestro sistema educativo.
Germán Sanhueza Muñoz
Director Ejecutivo de www.paisproactivo.cl
El autor de esta columna de opinión es Administrador Público y Magíster en Gerencia Pública. Posee cursos de perfeccionamiento académico en la Universidad de Harvard EE.UU y en la Universidad Autónoma de México. Actualmente se encuentra cursando un Doctorado Educación. Por más de catorce años desarrolla actividades académicas en instituciones de educación superior de Chile en conjunto con labores de consultoría en el sector público y privado.
Nota: Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quién las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.paisproactivo.cl
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