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COLUMNAS DE OPINIÓN


FECHA: 07-09-2016
Cambios previsionales en Chile

Escrito por Rodrigo Díaz Muñoz


Cambios previsionales en Chile

NO + AFP ha puesto en la palestra pública, el tema de la necesidad imperiosa de modificar el sistema de previsión en Chile. Su postura es categórica e implica una validación del sistema de reparto como la forma de financiar las pensiones entre otras fórmulas que eliminen el modelo de capitalización individual. Lamentablemente no estamos preparados para un cambio tan radical al sistema actual, ya que las reformas propuestas por el gobierno y el parlamento más bien han sido "readecuaciones" al actual sistema.

En realidad, creo que el estar preparados o no, es un problema de "pantalones" o de voluntad política más que otra cosa. Las AFP viven gracias a la legislación actual que se sustenta en una constitución que a todas luces fue impuesta "a la fuerza". Existen comisiones para todo en las cámaras del congreso, y el "estamos trabajando para…" de la Señora Bachelet no ha sido un buen tranquilizante para mantener a la masa en silencio. Las reformas al sistema apuntan a la mejora de éste y no a su eliminación, es decir se mantendría el paradigma de la capitalización individual.

Si seguimos por esta línea (la de mantener el sistema "perfectible" que nos impusieron), ¿por qué no implementar algunas mejoras que vayan en beneficio de las personas y no de las administradoras? Como ejemplo podemos citar:

- Derogación de la Ley 19.795, donde las pérdidas de las AFP son solventadas por los fondos de los cotizantes.

·   - Que las administradoras "deban" invertir en fondos de capital de riesgo que vaya en ayuda y créditos a las micro y pequeñas empresas chilenas y en otorgamiento de créditos hipotecarios a baja tasa de interés a personas naturales.

·   - Posibilidad de retiro de parte de los fondos en caso de financiamiento de viviendas y educación.

·  - Creación de un fondo de reserva para la inversión en obras públicas que se autofinancien y obtengan rentabilidad como autopistas o industrias estatales mineras.

Actualmente estamos en una etapa de desaceleración económica con menores tasas de crecimiento. Las medidas propuestas podrían ayudar a solucionar este problema pues pueden ser consideradas “contra cíclicas” (término muy utilizado en el gobierno del Presidente Piñera para explicar el “éxito económico” de su período).

Al tener acceso a dineros frescos para el pago de viviendas o educación, las personas podrían utilizar dinero en consumo, lo que debería por si sólo darle fuerza a la demanda interna y a la industria. Puedo decir entonces que esta medida va en beneficio directo a la clase media sin necesidad de aumentar la carga impositiva y descongestiona la discusión de la educación y las formas de financiamiento. Por lo tanto, el Estado podría recibir más impuestos al aumentar el consumo, lo que se puede transformar en un colchón de fondos para utilizar en otras carteras sectoriales.

Si se utilizaran los fondos de los cotizantes en obras concesionadas, seríamos nosotros mismos los dueños de las autopistas, y cada Tag que paguen los automovilistas iría en beneficio directo de quienes ahorraron. No es necesario hacer un análisis tan profundo para saber que los proyectos de las concesionarias tienen una tasa de retorno altísima y que el período de recuperación es mucho menor que los veinte años de concesión, y, por lo tanto, la utilidad final de los inversionistas es muy superior al que obtienen actualmente nuestros fondos de pensiones.

Si se diera un paso más allá, y se obligase a las administradoras a tener un fondo de riesgo para pequeñas empresas e incubación y aunque el retorno sea a una baja tasa de interés, el impacto a la economía nacional sería gigantesco, aumento en el empleo, en el consumo y a la larga, lo que se genera en impuestos ayudaría a aumentar la tan alicaída “billetera fiscal”.

Por su parte, el Banco Central está buscando la forma de acelerar la economía sin tener que inyectar fondos ni a través de la reducción de la Tasa de Política Monetaria. Si tuviésemos la posibilidad, una solución estaría a la mano, es sólo voluntad política.

Si lo vemos desde el punto de vista crítico, el gobierno no quiere terminar con el flujo de capitales que se va directamente a las empresas más grandes de Chile, esas mismas que benefician a los grupos más influyentes de nuestra política y economía. A mí no me caben dudas que más de alguno de nuestros "honorables" se beneficia directa o indirectamente con el actual sistema y que estará dispuesto a como dé lugar a mantenerlo vigente el mayor tiempo posible.

Es por esta razón que los cambios en el actual sistema previsional son prioritarios. De generarse modificaciones de fondo a la estructura del sistema, podría ser también la gran oportunidad para restituir en parte algo que la clase política y empresarial ha perdido con mucha fuerza: la confianza de la ciudadanía.

Rodrigo Alejandro Díaz Muñoz

Columnista de www.paisproactivo.cl

El autor de esta columna es chileno. Ingeniero comercial y profesor de Economía de la Universidad Tecnológica de Chile INACAP. Nacido en Santiago de Chile, el 18 de Septiembre de 1973. Cotidianamente desarrolla planes y programas para sus alumnos, intentando dejar un aprendizaje significativo, aportando con un grano de arena en conseguir un mejor futuro para Chile.

Nota: Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quién las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.paisproactivo.cl



 
 
 
 

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