Sobre Mercados Autorregulados
La información, la regulación y la posterior fiscalización son fundamentales para el desarrollo de cualquier mercado. Al alzamiento de voces contrarias a una mayor regulación, atendiendo a la posibilidad de sobrerregulación, -asunto que a mi personal parecer está lejos de ocurrir-, considero útil el ejercicio de describir como sería un mercado si no existiese regulación.
Observar el “modus operandis” de un negocio perteneciente a la Economía Informal Santiaguina nos servirá para asimilar como sería un mercado sin regulaciones.
El juego callejero “Pepito paga doble”, que ha sido tantas veces mencionado en diferentes programas de reportajes, será el negocio de la economía informal que utilizaremos para nuestro análisis. Para iniciar al potencial “inversionista” en este juego callejero, hay que observar que la técnica de ventas utilizada por los dueños se caracteriza por intentar cubrir los potenciales perfiles de los clientes con “vendedores” adecuados a cada uno, vale decir que cada “vendedor” se caracteriza como un par encubierto que actúa en forma cercana al inversionista o potencial cliente (oficinista, estudiante o la tan recurrente señora Juanita).
Una vez que el transeúnte accede a jugar, la táctica es que gane algunas veces, para incentivar un mayor monto futuro de inversión. Sin embargo, al igual que en el mercado de capitales no podrá vencer al mercado sistemáticamente, pues ahí actúan las “fuerzas del mercado” con medidas como aumentar la dificultad del juego, la velocidad del movimiento, apelar a la distracción y a los “palos blancos”.
En un mercado sin regulaciones, se podría afirmar que existirían incentivos para que una mayor cantidad de especuladores intentaran maximizar sus ganancias sin necesariamente cuidar el bolsillo del potencial comprador, que aunque asumamos que actúa en forma racional, obviamente existen asimetrías de información que los palos blancos aprovechan.
Cuando el jugador mantiene una actitud agresiva y además ha obtenido ganancias en términos netos con respecto a lo que ha ganado la casa o mercado, bajo el argumento que en esta casuística en particular se denomina “vienen los pacos”(sic) se cierra el mercado y en este período de Black-Out, se pierde el monto que estaba en juego, asunto que obviamente no ocurre en el Mercado de Capitales chileno, pero de no existir regulación, sería bastante probable su ocurrencia.
Con las condiciones de este mercado tan competitivo y centralizado, la forma de generar potenciales ganancias obedecería a la estrategia de “hit and run”, aunque no conozco a alguien que haya podido llevarla a cabo, pues este subsistema de la economía informal toma fuertes y amenazantes resguardos.
El comportamiento ético y la autorregulación no se generan espontáneamente, es necesario que haya un ente regulador y coordinador. Además, un contexto que plantee como amenaza creíble una mayor regulación aumenta la probabilidad de aumento en autorregulación. Puede haber discrepancias en el enfoque y es preciso determinar que no exista sobre-regulación en eso estamos de acuerdo. Pero, para quienes pudieran pensar aún que el mercado solucionará todos los problemas, es necesario consideren el ejemplo de este habitual juego de la economía informal
Socio Fundador de www.paisproactivo.cl
El autor de esta columna de opinión es Ingeniero Comercial y Magíster en Economía Financiera de la Universidad de Santiago de Chile. Posee Diplomados en Economía Social de Mercado, Riesgo Operacional, Normas Internacionales de Contabilidad para el Sector Público y Políticas Públicas en Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable Académico, Investigador y Columnista de diversas instituciones y medios de comunicación iberoamericanos.
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