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COLUMNAS DE OPINIÓN


FECHA: 29-08-2012
¿Cómo avanzar hacia la integración de la sexualidad de la Tercera Edad

Escrito por Leonardo Vega Aravena
Columna de opinión que aborda un tema emergente de discusión respecto de la sexualidad de los adultos mayores en Chile


¿Cómo avanzar hacia la integración de la sexualidad de la tercera edad, en la Política Pública Chilena actual?
             

No hay que investigar mucho para señalar que la población chilena está paulatinamente envejeciendo, y los adultos mayores son cada vez más proactivos, donde hay pocas actividades que están restringidas para este grupo etario. Sin ir más lejos, la esperanza de vida se sitúa en 78 años para las mujeres y 75 años para los hombres, lo que significa que el 9,8% que existe actualmente, en el año 2025 aumentará a un 16%[i].

Basado en estos cambios sociodemográficos, es necesario plantearse la necesidad que diversas disciplinas puedan anticiparse a estas transformaciones de manera que no se conviertan en un problema a futuro. En este sentido, un área de investigación poco preferente es la relación: sexualidad y adultez mayor.

No hay que desconocer que existen muchos mitos respecto a la sexualidad en la adultez mayor y la causa de ellos. Como lo señala Herrera (2008) “parte importante de la responsabilidad está sobre ciertos hábitos culturales y sociales y la autopercepción que nuestros adultos mayores tienen de su propia sexualidad que depende en gran medida de la socialización percibida desde sus primeros años de vida”[ii]

Todos los prejuicios que se fundan en la cultura, apuñalan al adulto mayor privándole de su legítimo derecho de continuar satisfactoriamente con su actividad sexual, pero ¿Cómo poder propiciar que se integre la sexualidad a las políticas públicas dirigidas a los adultos mayores, con el fin de que se realicen avances significativos de esta temática?

Las Políticas Públicas de los adultos mayores van esencialmente dirigidas al turismo, promoción de la salud y derechos previsionales. Sólo a partir del año 1996 se establece, desde una política de salud, una preocupación de la sexualidad. Es así como en este año se instaura el Examen Funcional del Adulto Mayor (EFAM) que incluye la  salud sexual como variable dicotómica evaluando la “Conformidad” de la actividad sexual con la  pareja[iii]. De este año poco y nada se ha avanzado, ya que la regulación legal-política de la sexualidad ingresa a diferentes esferas y actores de poder. Como lo señala Gallego (2009) “se mueve desde el  plano micro-social de las prácticas de crianza y socialización, define un uso-apropiación del espacio urbano y unas fronteras de la sexualidad en la vida privada, y se traduce en  acciones de gobierno, a nivel macro social, a través de las políticas públicas en torno al  género, la salud sexual y reproductiva y la diversidad sexual e incluso la titularidad de derechos por parte del sistema jurídico”[iv]. Bajo esta lógica, avanzaremos en la política pública de sexualidad en la adultez mayor cuando esté instalada en la “agenda pública” y/o cuando determinados grupos de presión ejerzan a través de la ciudadanía, su interés, movilizando la –voluntad política-. Estas acciones bastarían para que formen parte, como lo indica Huenchuán[v] (1999, citado de Morris, 2003), “de las prioridades del sistema político para llegar a integrarse en la -agenda de gobierno”. Sin embargo, este proceso estaría sujeto a la toma de decisión política tomando en cuenta elementos técnicos-científicos sustentables que fundamenten dicha decisión.

En conclusión, en Chile, desde la política pública, no hay ninguna línea de trabajo explícita sobre la sexualidad en el adulto mayor. Debemos avanzar en políticas sociales de salud y educación en adultos mayores que no sólo cubran la temática de la sexualidad, sino que abarquen el tratamiento, prevención y promoción de otras enfermedades que se relaciona a ello.

Avanzar como sociedad en cuanto se conversé la temática de sexualidad en el adulto mayor, derribando los mitos que tiene la ciudadanía al respecto y que radica en creer que el sexo (o afectividad) no existe en esta etapa de la vida.

Leonardo Vega Aravena

Socio Fundador de  www.paisproactivo.cl

El autor de esta columna de opinión, es Trabajador Social de la Universidad de Valparaíso. Además posee un Diplomado en Políticas Públicas de la Universidad de Santiago de Chile.

Nota: Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quién las emite y no representan necesariamente el pensamiento de www.paisproactivo.cl

 

 



[i] Cayo, G., Flores, E., Perea, X., Pizarro, M., & Aracena, A. (2003) “La sexualidad en la Tercera Edad y su Relación con el Bienestar Subjetivo”. Ponencia presentada en Simposio Viejos y Viejas Participación, Ciudadanía en Inclusión Social. 51 Congreso Internacional de Americanistas, Santiago de Chile.

[ii] Herrera, A (2008) “Sexualidad en el Adulto Mayor”, Médico Geriatra e Internista, Clínica Las  Condes, Santiago, Chile.

[iii] Cedeño, T., Cortés, P., Vergara, A. (2006) “Sexualidad y afectividad  en el adulto mayor” Módulo I: Tendencias en Salud Pública: Salud  Familiar  y  Comunitaria y Promoción. La Serena,  marzo – mayo  del 2006.

[iv] Gallego, G. (2009) “Sexualidad, regulación y políticas públicas”. Borrador para discusión en  el diálogo Latinoamericano sobre Sexualidad y Geopolítica, Rio de Janeiro, Brasil, 24 al 26 de agosto de 2009.

[v] Morris, P. (2006) “Políticas para el adulto mayor en chile: institucionalización y desafíos políticos y técnicos”. SENAMA, Santiago de Chile.



 
 
 
 

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